El Banco Popular de China (BPC, el banco central) anunció este lunes que mantendrá inalterado el tipo de interés de referencia para sus préstamos hipotecarios en el 4,2%, una decisión que ha aumentado la preocupación de los mercados sobre cómo abordará la segunda economía mundial la amenaza de crisis inmobiliaria y qué hará para recuperar la confianza de los compradores de viviendas. La noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre los economistas. Además, las autoridades financieras chinas han rebajado en 10 puntos la tasa de referencia de los préstamos a un año. Después de que la semana pasada el BPC redujese por sorpresa la facilidad de préstamo a medio plazo, los expertos esperaban que en la revisión de agosto se comunicase una bajada de 15 puntos básicos de la tasa referencial para créditos tanto de uno como a cinco años (LPR, por sus siglas en inglés), según las encuestas realizadas por Bloomberg.
El recorte que vaticinaban los analistas se ha limitado a una rebaja de 10 puntos básicos de la LPR a un año, hasta el 3,45%. Mientras que la tasa de referencia a cinco se mantiene inalterada. La última variación de los LPR a un año se produjo el pasado junio, cuando el banco central la recortó desde el 3,65% al 3,55%. Este indicador, establecido como referencia para los tipos de interés en 2019, sirve para fijar el precio de los nuevos créditos (generalmente, para empresas) y de los de interés variable que están pendientes de devolución. Su cálculo se lleva a cabo a partir de las contribuciones a los precios de una serie de bancos —incluyendo pequeños prestamistas que tienden a tener mayores costes de financiación y mayor exposición a créditos morosos—, y tiene por objetivo rebajar los costes del endeudamiento y apoyar a la “economía real”, según informa Efe.
No obstante, los expertos consideran que este recorte no es suficiente y que se necesitan políticas más específicas y sólidas para que el impacto sea tangible. Hui Shan, economista jefe para China de Goldman Sachs, declaró a Financial Times que la decisión del BPC es “bastante sorprendente y, francamente, un poco desconcertante”. Por su parte, los economistas de Capital Economics Julian Evans-Pritchard y Zichun Huang apuntan en una nota que “el decepcionante anuncio de la bajada de la tasa referencial para créditos refuerza nuestra opinión de que es improbable que el BPC adopte recortes de los tipos mucho mayores, los cuales son necesarios para reactivar la demanda de crédito”.
Las autoridades chinas se han visto presionadas en los últimos meses a reducir los tipos de interés con el objetivo de estimular la demanda, tras un verano plagado de malas noticias económicas. A pesar de la reapertura al mundo después de casi tres años de férreos controles para frenar la propagación de la covid-19, la economía china no ha terminado de coger el impulso esperado. El crecimiento se ha visto lastrado por la ralentización del sector inmobiliario, una importante caída de las exportaciones, el riesgo a la deflación y el aumento del desempleo juvenil en zonas urbanas. Según datos oficiales, la tasa de paro entre los jóvenes de 16 a 24 años que residen en ciudades se sitúa desde abril por encima del 20%, y, la semana pasada, las autoridades anunciaron que dejarían de comunicarla a partir de este mes de agosto.
El viernes, el banco central celebró una reunión sobre la reducción de riesgos en la que los reguladores bancarios y del mercado de valores chino se comprometieron a intensificar la coordinación de políticas para hacer frente a los problemas de endeudamiento de los gobiernos locales, optimizar la política crediticia para el sector inmobiliario y frenar la caída del yuan. La divisa china se ha debilitado fuertemente con respecto al dólar desde mayo y no muestra síntomas de repunte. Su valor cedió nuevamente este lunes, llegando a caer hasta un mínimo de 7,3099 durante unas horas.
Reacción negativa de los mercados
Los mercados tampoco han reaccionado bien a la decisión del banco central de rebajar solamente uno de sus tipos de referencia para préstamos. El índice Hang Seng hongkonés cerró este lunes con pérdidas del 1,82%, mientras que el CSI 300, la tasa de referencia de la parte continental de China, compuesto por los valores cotizados en Shanghái y Shenzhen, terminó con una caída del 1,44%.
Tras el anuncio del BPC, el banco de inversión Citigroup recortó su previsión de crecimiento económico anual para China al 4,7%, alegando una “decepción política”. La cifra se sitúa por debajo del objetivo oficial que Pekín se marcó en marzo, de un prudente 5%. Si bien la economía china repuntó un 4,5% interanual en el primer trimestre, pero sufrió una fuerte desaceleración en el segundo, cuando solamente creció un 0,8% en comparación con los tres primeros meses del año.
Xu Tianchen, economista de Economist Intelligence Unit, considera que, ante “la situación actual, los máximos dirigentes deberían introducir políticas de apoyo con urgencia, incluida la relajación de los mercados en las grandes ciudades y comprometerse con un apoyo adicional de liquidez a las grandes promotoras inmobiliarias, para evitar que la confianza se hunda aún más”. La inversión inmobiliaria se desplomó al 8,5% en los primeros siete meses del año, la tasa más baja en todo 2023.
Hui Shan, de Goldman Sachs, opina que “los responsables políticos parecen estar dando mucha importancia a que el sistema bancario funcione sin problemas” para “seguir reduciendo el apalancamiento financiero [la deuda] del sector de bienes raíces”. Esto podría provocar que se vean limitados a la hora de aplicar nuevos recortes a la LPR, a menos que reduzcan los tipos de depósito o el nivel de reservas obligatorias de los bancos.
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