En 2025, el sector inmobiliario en México estará atravesando importantes cambios que definirán su porvenir. Esta industria, que ha sido crucial para la economía del país, está viendo una trasformación en sus estructuras y tácticas impulsada por diversos factores, tanto nacionales como internacionales. Las normativas recientes que regulan este ámbito se centran en ajustarse a las tendencias mundiales, las demandas de sostenibilidad y los cambios en el entorno laboral y la tecnología.
Uno de los elementos cruciales que propulsarán estos cambios es la inflación, la cual se prevé que se mantenga cercana al 3.8% en 2025. Aunque la inflación continúa siendo un reto para el sector, su moderación permitirá que las tasas de interés se mantengan relativamente constantes, lo que favorecerá la inversión a largo plazo. Además, la tendencia del nearshoring está revolucionando el mercado industrial en México, generando una creciente demanda de naves industriales en áreas estratégicas como el Bajío y Monterrey, impulsada por la necesidad de cadenas de suministro más efectivas y la cercanía con Estados Unidos.
La digitalización será igualmente esencial en la transformación del sector inmobiliario. Las plataformas proptech siguen mejorando los procesos de compra, venta y gestión de propiedades, promoviendo así mayor transparencia y eficiencia. Esta digitalización no solo será ventajosa para los desarrolladores y dueños de propiedades, sino que también simplificará el acceso de los consumidores a un mercado inmobiliario más dinámico y asequible.
El sector de oficinas en México ha empezado a ajustarse a los recientes modelos laborales, que integran el trabajo remoto con el presencial. Esto ha conllevado a una reducción en la demanda de espacio por empleado en oficinas. Las empresas ahora buscan edificios que ofrezcan mayor eficiencia en el uso de energía y que estén ubicados en zonas más céntricas y de calidad superior. Esta transformación ha impulsado una migración hacia propiedades de clase A en áreas céntricas, especialmente en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, donde la demanda de nuevos espacios sigue siendo positiva a pesar de las tendencias de vacancia.
Por otro lado, el sector industrial continúa experimentando una demanda robusta, especialmente en regiones como Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, impulsado por el nearshoring. La escasez de terrenos disponibles y el incremento en los precios de alquiler reflejan que el sector sigue prosperando, pese a algunos obstáculos. En estos lugares, las tasas de ocupación permanecen elevadas, y los precios siguen al alza, particularmente en áreas como Cuautitlán y Tepotzotlán, donde la actividad inmobiliaria es intensa.
Por otro lado, el sector industrial sigue viendo una fuerte demanda, especialmente en áreas como Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, debido al nearshoring. La disponibilidad limitada de terrenos y el aumento en los precios de alquiler indican que el sector sigue en auge, a pesar de algunos desafíos. En estos mercados, las tasas de desocupación se mantienen bajas, y los precios continúan en aumento, especialmente en zonas como Cuautitlán y Tepotzotlán, donde la actividad inmobiliaria es alta.
En el caso de la industria hotelera, las nuevas reglas también están vinculadas a la transformación de las preferencias de los consumidores. El turismo nacional e internacional está en auge, y las estrategias de los desarrolladores hoteleros se centran ahora en ofrecer experiencias más personalizadas y sostenibles, respondiendo a la demanda de los viajeros por opciones más ecológicas y responsables.